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@facoregd

Amor eterno...

Éramos jóvenes y tan enamorados, pensábamos que nuestro amor nunca se acabaría. Prometimos ser el uno para el otro por siempre, pero el tiempo y la distancia nos separaron. A pesar de todo, mi amor por ti sigue intacto, esperando que algún día podamos volver a estar juntos y vivir ese amor eterno que prometimos....

Perdón por amarte tanto...

Te amo tanto que duele, me consume por dentro y no puedo evitarlo. A veces me pregunto si esto es amor verdadero o simplemente obsesión. Me duele pensar que quizás nunca me corresponderás de la misma manera y eso me destroza. Perdóname por amarte tanto, por esperar tanto de ti y por no poder dejar de quererte a pesar de todo.

El amor que duele...

El amor debería ser algo bonito y alegre, pero en mi caso, el amor duele. Cada vez que pienso en ti siento un dolor en el pecho que no puedo controlar. Me duele amarte tanto y no recibir nada a cambio, me duele verte con alguien más y tener que fingir que estoy bien. El amor que duele es el peor de todos, pero sigo aquí, amándote a pesar de todo.

El desamor...

Cuando te amaba, el mundo era perfecto. Todo tenía sentido y mi corazón estaba lleno de alegría. Pero ahora que te has ido, todo se siente vacío y sin sentido. El desamor es como un agujero negro que me consume, un dolor constante que no puedo calmar. A veces pienso en ti y me pregunto si alguna vez volveremos a estar juntos, pero sé que ya es demasiado tarde.

El amor perdido...

Te tuve en mis brazos y te dejé ir, pensando que era lo mejor para los dos. Pero ahora me doy cuenta de que fue un grave error, que dejé escapar al amor de mi vida por miedo a sufrir. El amor perdido es como una sombra que me persigue a todas partes, recordándome constantemente lo que pudo haber sido y nunca será. A veces me pregunto si algún día volveremos a encontrarnos, si el destino nos dará otra oportunidad de ser felices juntos.

Te odio , te odio porque me haces sentir cosas que no quiero sentir

El mundo siguió girando , pero yo me detuve

Mi luto no fue vestirme de negro , fué quedarme sin sonrisa

No conoces el dolor hasta que te miras en el espejo con lágrimas cayendo por tu cara y te imploras ser fuerte.

El amor y el desamor son dos caras de la misma moneda. Son emociones intensas que pueden llevarte a las alturas de la felicidad o al abismo del sufrimiento. Cuando amamos, sentimos que el mundo es perfecto, que todo tiene sentido y que podemos conquistar cualquier obstáculo. Pero cuando el amor se convierte en desamor, todo se desmorona a nuestro alrededor y sentimos que el mundo se vuelve gris y sin sentido.

El amor es esa fuerza poderosa que nos impulsa a darlo todo por la persona que amamos, a estar dispuestos a hacer cualquier sacrificio por verla feliz. Es esa sensación de plenitud y conexión profunda con otra persona que hace que incluso los problemas más grandes parezcan insignificantes. El amor nos hace sentir vivos, nos llena de energía y nos da la fuerza para superar cualquier obstáculo.

Pero lamentablemente, el amor también puede convertirse en desamor. Cuando la persona amada nos traiciona, nos decepciona o simplemente deja de sentir lo mismo por nosotros, el dolor es insoportable. Sentimos que el mundo se derrumba a nuestro alrededor, que nada tiene sentido y que hemos perdido la razón de ser. El desamor nos sumerge en un abismo de tristeza, rabia y desesperación, nos hace cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestras creencias más profundas.

El desamor es como una herida que parece no cicatrizar nunca, una herida que nos duele en lo más profundo de nuestro ser y que nos impide avanzar. Nos sentimos perdidos, solos y rotos, sin saber cómo superar esa sensación de vacío que nos consume por dentro. El desamor nos hace cuestionar todo lo que creíamos saber sobre el amor, nos hace dudar de nuestras propias emociones y nos deja en un estado de vulnerabilidad extrema.

Pero a pesar de todo, el desamor también nos enseña lecciones valiosas. Nos obliga a enfrentarnos a nuestros miedos, a aceptar nuestras vulnerabilidades y a crecer como personas. Nos ayuda a valorar lo que realmente importa en la vida, a aprender a perdonar y a soltar aquello que nos lastima. El desamor, por duro que sea, nos enseña a ser más fuertes, más compasivos y más sabios.

En última instancia, el amor y el desamor son dos caras de la misma moneda, dos experiencias que van de la mano y que forman parte de la compleja trama de la vida. Aunque duela, aunque nos haga sufrir, el desamor es parte del proceso de crecimiento y de aprendizaje. Nos ayuda a ser más conscientes de nosotros mismos, a valorar lo que realmente importa y a darnos cuenta de que el amor verdadero es aquel que nos hace crecer, incluso en los momentos más difíciles. Porque al final del día, el amor y el desamor son dos caras de la misma moneda que nos ayudan a entender lo que realmente significa amar y ser amado...

Hay una historia detrás de cada persona, hay una razón por la cual son como son.
Piensa en eso antes de juzgar a alguien.