Y descubrió que era luz, adicta a la oscuridad.
Juntos eran más que polvo, materia, músculo, sangre, líquido, esencia.
La oscuridad se le colaba por los poros,
la hacía levitar,
elevaba su ser hasta la máxima expresión de la lujuria.
Entraba en su cuerpo y hacia que toda la piel se le erizara,
de pies a cabeza,
hasta las mejillas,
el cuero cabelludo...
En ese mágico instante quería ser devorada,
deseaba ser sometida, volverse una presa,
sentía la necesidad de que le destrozara las entrañas,
le invadiera cada neurona, quería ser cazada, perseguida, encontrada y asesinada sin piedad,
hasta su alma.
Ese ser oscuro,
esa criatura desalmada se había convertido en un monstruo que disfrutaba verla sufrir.
Y entonces ahí era cuando la luz hacía su entrada,
ella  pronunciaba la frase mágica
que con latidos arrolladores
las 3 gotas más dulces de la galaxia en su interior se derramaban
ahí sucumbía el demonio,
el corazón se le disparaba en el pecho y los brazos y piernas se le aflojaban
y quedaba ahí,
pleno y satisfecho
y ella no podía evitar sonreír, del placer que sentía.
Tal vez era culpa del Alemán,
pero si alguna vez fue feliz en el pasado,
Por completo lo había olvidado.

SABRÁS QUE TE QUIERO

Confesiones de cama,
le llaman,
a esas cosas que la gente dice durante el acto
y que casi nunca siente.
nos dejamos arrastrar por las sensaciones que nos deja las fase de resolución, post-orgásmica
y ahí mentimos descaradamente.
Así que yo,
no te voy a decir que te quiero ahí,
a horcajadas,
contigo entre mis piernas.
ebria del placer de poseerte.
Te lo diré cuando te quedes dormido,
cuando ni imagines que puedo quererte.
Te lo diré al oído como aquel secreto que no quieres que la gente adivine.
Te lo diré sin mirarte a los ojos,
porque me sonrojo
y no quiero ver en tu mirada algo que me lastime.
Te diré que te quiero
cuando a tu lado despierte,
cuando acaricie tu rostro,
cuando te mime.
Mi cuerpo te dirá que te quiero cuando lave tu espalda,
cuando seque tu cuerpo,
cuando te bese y se me desborde la boca,
cuando sonría después de cada beso
y  sabrás que te quiero
cuando mis ojos brillen,
cuando suspire,
cuando te abrace con todas mis fuerzas,
cuando me descubras húmeda para ti,
en mis más intrincados confines
y cuando te de mi tiempo
que es lo más importante que tengo.
Te quiero a pesar de ti,
a pesar de mi,
a pesar de este mundo lleno de dolor y desamor.
Te quiero entre mis sábanas,
en tu cama,
pegado a mi espada.
te quiero y puedes o no
quererme o dejarme quererte.
Pero no hay nada en el mundo
mejor que quererte,
cuando estás dentro de mi corazón
y dentro de mí... mente.

LUCHANDO CONTRA TU RECUERDO

¿Cuanto debe durar el olvido de un amor que debió ser eterno?,
me pregunto en cada sorbo de añejo.
Quisiera que el alcohol me arrancara tu recuerdo según baja por mis adentros.
Apuro el fondo blanco intentando que así mismo quede mi vida,
desierta, vacía, libre de ese maravilloso ángel,
que algún día me devolvió a la vida.
El ron comienza a hacer su efecto en mis pensamientos.
Me viene una ligera embriaguez cargada de tu recuerdo,
redoblándote en cada imagen que llena mi cerebro:
recuerdo cada noche, cada madrugada, y cada amanecer a tu lado.
Recuerdo la suavidad de tu voz,
Tus besos haciendo un mar en mi boca,
Tus dedos acariciando mi espalda,
Tu longitud atravesando mi garganta hasta erizar los confines de mi piel,
Tus labios catapultándome de la meseta
a la locura,
que de gozo hizo retorcer todo mi ser.
El humo de un Habano sale de mi boca,
Y el sabor picante se queda ahí.
No dejo de preguntarme cómo sería besarte mientras degustas un puro junto a mí.
Ya ves, te busco hasta donde no has estado,
porque quiero que en todo estés junto a mí
así que emprendo una nueva búsqueda para intentar que algo funcione y pueda hacer tu recuerdo a un lado.
Hurgo en mi mente a ver si aparece algo que no me guste de ti, en nuestro pasado.
Y como todo el que busca encuentra, aparece tu ausencia y el alma se me comprime.
Odio que no estés conmigo.
Pero que es tu ausencia ante todo lo lindo que vivimos?
Todo lo demás lo supera con creces.
Acaso es representativa tú ausencia
contra todo lo que adoro de ti?
Quiero otorgarle el peso que merece lo malo
Pero lo bueno fue tanto
que junto al alcohol y al humo
engrandecen el amor que intento encerrar en mi pecho.
Me apena que esta noche te necesite tanto y solo tenga una botella de añejo, magnífica por cierto y un Habano, exquisito, para intentar opacarte.
Tú presencia es inexorable e insuperable.
Quisiera ahogar tu recuerdo en la bebida,
Quisiera que desapareciera entre el humo,
Pero tú recuerdo es más fuerte que yo.
Este maridaje solo logra multiplicarte.
Ojalá estuvieras aquí, nada puede suplantarte.
Maldito amor que solo me hace recordarte.
Maldito angel que me ha dejado en la oscuridad,
Maldito Ron que no me ayuda a olvidarte.

Subí hasta la esquina y sentí que me faltaba el aire. El corazón me latía con demasiada fuerza y le achaqué el malestar a la pendiente. Entonces me percaté de que estaba en tu última morada, donde nos despedimos la última vez y me sentí mareada, me dieron náuseas y vomité. Ahí estaban los trozos de alas que aún revoloteaban para quedar finalmente muertas y convertidas en cenizas que el viento se llevó. Nadie puede verla pero ahí está tu lápida, en blanco, vacía. Tristemente no hay nada de ti que valga la pena dejar escrito ahí. Pudo haber sido tu nombre con el apellido que te inventamos pero me resulta demasiado vulgar. Esto es lo que pasa después de una desilusión. He aquí tu cementerio, donde has quedado muerto y enterrado. Yo no creo en fantasmas así que es hasta nunca, ya lo sabes. El señor Lucero de la Mañana debió haber pasado por esto para haberle ganado a Sueño de los Eternos. Lo que mata a la esperanza es la desilusión.

Podría decirte...
Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que estuvimos juntos.
Tal vez de haberlo imaginado te hubiera abrazado un poco más, besado un poco más, disfrutado un poco más.
Me cuesta recordar cómo fue pero realmente ya no importa,
hoy aquella dejará de ser la última vez.
Muchas cosas han cambiado en todo este tiempo.
Podría decirte que el amor que te tenía y pensaba que duraría eternamente,
ha disminuido, considerablemente.
Tenía muchas ganas de volver a tenerte
y podría decirte que ya nada es como antes y que tal vez
debí quedarme con los recuerdos de aquel tiempo en que el amor hacia su magia
y todo era perfectamente diferente.
Es increíble como el querer hace que todo sea inmejorable.
Hoy he vuelto a besarte y podría decirte que ya no siento tus besos como antes,
que ahora es solo lujuria y deseo que tarda en concretarse.
Sí que me atacaron los nervios al saber que iba a encontrarte
pero podría decirte que ya no ardo en deseos de quedarme por siempre a tu lado
o que ya ni siquiera me importa constantemente abrazarte
o que entre tus brazos ya no me siento protegida, en casa y a salvo como antes.
Antes siempre te anticipabas a mis deseos, era como si pudieras adivinarme.
Ahora podría decirte que no me alcanzas, que me quedo incompleta, insatisfecha…
Que es como si yo fuera un jacuzzi bajo tu chorro incesante
que aunque no cesas de caerme dentro, nunca logras llenarme.
Podría decirte que me faltan tus caricias, tus besos,
que te me vas quedando corto y que eso también puede acabarme.
Que duele como la muerte a la que me sometiste cuando decidiste marcharte.
Podría decirte que ya ni siquiera te encuentro tan bello como antes
o que advierto en tu mirada una oscuridad que me solo consigue desalentarme.
Podría decirte que tus manos, acariciando mi espalda ya no me erizan como antes.
Podría decirte que la disminución del amor ha hecho mermar la pasión,
Que el ingrediente secreto que hacía que el sexo alcanzara niveles etéreos,
se desvaneció.
Hubo una época en la que te amé más que a sí misma,
hasta el día en que comprendí que no puedo darle a alguien
lo que no es capaz de darme.
El amor no puede ir en un solo sentido; debe, en ambas direcciones, fluir constante. Solo queda algo en lo que eres insuperable.
Y podría decirte que ahí si eres un maestro, el mejor de todos.
Hasta puede que no le entregue nunca más esa parte de mí a nadie,
solo para que al menos ahí, te mantengas inalcanzable.
Esa parte de mi será por siempre tuya aunque me esfuerce en mentirte,
diciéndote que soy mía mientras me invades.
Desgarras mis entrañas y el dolor y el placer se apoderan de mí de forma inigualable. Erizas todos y cada uno de los poros de mi piel y el éxtasis que siento es incomparable. Grito tu nombre e intentas controlarme,
jadeo sin control y anhelo expresarte todo lo que siento,
pero no lo logro, porque no tengo palabras para descifrarte.
Me enloquece, me dominas, me elevas al cielo, todo tú me llenas
y el espejo me regala la mejor de todas las vistas,
tu extensión se adentra en mí y siento
como si un rayo entrará por el centro de mi cuerpo e irradiara a todas partes,
cada célula de mí cuerpo te siente dentro.
Es como si fueras más grande que todo mi universo.
Destrozas mis adentros y revivo de placer en cada envestida.
Con ambas manos me abro un poco más para ti y te derramas en mí.
Dejo caer mi cuerpo sobre la cama, laxo, sin fuerzas, eres inigualable.
Podría decirte que es una pena que el amor decidiera abandonarme.
O que tienes un vicio que te domina
y deberías hacer algo antes que sea demasiado tarde.
Podría decirte que cerraré todas las puertas y ventanas que olvidaré todo,
que cambiaré de libro, que ya nada volverá a ser como antes.
Podría decirte que mataste mi amor, que lo abandonaste.
Podría decirte que ya no quiero volver a verte,
que no vale la pena tenerte sin amarte.
Podría decirte mil verdades y cien mentiras,
pero lo que realmente necesito decirte
es que ojalá regreses siempre una vez más aunque sólo sea para odiarte.

SUEÑOS

¿Qué son los sueños? ¿Premoniciones? ¿Proyecciones? ¿Insatisfacciones? ¿Deseos ocultos? ¿Manifestaciones de los miedos? Te he soñado mucho en los últimos días. En uno te hacía una video llamada y has contestado estando en una habitación que no es la tuya. No la reconozco y no estás solo. Hay una mujer contigo. Rubia, casi denuda, de espaldas. En mi sueño estaba consciente de que no era realidad lo que veía pero dolía y el dolor era real. Me costaba respirar y me desperté abatida.
¿Fue eso un sueño o una pesadilla? ¿Cuál es el límite entre uno y otro? ¿Qué fue todo esto? ¿Acaso quisiera ser yo la que está contigo en una habitación en la que nunca antes hemos estado?
¿Acaso es un aviso de lo que está a punto de suceder o ha estado sucediendo y yo aun no lo sé?
¿Será que estoy proyectando mi propia infidelidad y la pongo en ti para sentirme menos culpable?