BULOS

Los bulos, mentiras que se extienden como plagas, han existido siempre, aunque ahora el Internet ha hecho más fácil su difusión.
Se dice falsamente que Nerón tocaba el violín durante el incendio de Roma o que María Antonieta de Austria (de Austria, repito para no iniciar un bulo con la administradora de esta página), al enterarse de que el pueblo francés protestaba porque no tenía pan para comer, dijo: «Pues que coman pasteles».
Uno de los engaños más comunes son las frases que se atribuyen a personajes famosos: Gandi y Mandela para las frases de paz y perdón; Don Quijote para las de filosofía de la vida; El Principito para las de amistad, relaciones y apegos.
Tampoco faltan las falsas etimologías: hermosas, pero sin sustento; circulan también poemas «de hace doscientos años» escritos el año pasado; fotografías trucadas de animales, ¿recuerdan la de un elefante ayudando a una leona a cruzar un camino con un leoncito en la trompa?... ¡Falsa!. Y podemos continuar con una larga lista.
A veces es difícil darse cuenta del engaño, pero generalmente basta con buscar un poco en línea para descubrir la verdad.
Los invito a ser un poco más desconfiados y dedicar unos minutos a revisar lo que queremos publicar.